Crujientes, aromáticas, sutilmente cítricas, estas bruschettas a la genovesa, con pesto, revelan en un segundo tiempo la intensidad de sus dos quesos, combinados con la cremosidad de las almendras tostadas y molidas.
Ralla finamente los quesos, mézclalos. Agrega la albahaca procesada con el aceite, el ajo y la ralladura del limón. Vuelve a mezclar.
Sirve con unas buenas bruschettas recién tostadas.
Acompaña de un vino blanco de costa, fresco y ligeramente ácido.
O de un tinto suave, como el Carmènere.

Combina dos quesos distintos para lograr sabores complejos.
Recuerda incluir aromas, como el fresco y herbal de la albahaca y el cítrico de la ralladura de limón.