Una receta gourmet que es, además, fácil y rápida.
Deja remojando los choritos en agua con sal de mar, en lugar fresco, por al menos unas dos horas o durante la noche.
Lávalos bien por fuera.
Para la salsa, el “manto Azul”, pasa por la juguera o minipimer el queso Azul y la crema o yogurt.
Dora en la mezcla de aceite con mantequilla, a fuego suave la cebolla en una olla con tapa. Agrégale sal desde el principio para que suelte su líquido. Añade los choritos y el vino. Tapa de inmediato para que se junte vapor. En cuanto los choritos se empiecen a abrir, retira la tapa y deja al fuego un minuto más hasta evaporar el alcohol del vino.
Sirve en una fuente y agrega la salsa de queso Azul.
Puedes añadir unas tostadas, frotadas con ajo y aliñadas con sal, pimienta y unas gotas de aceite de oliva, para el hambre.
Acompaña del mismo vino blanco que usaste en la receta.

Si quieres recetas que destaquen, elige bien tus ingredientes. La calidad del queso Azul y del vino que uses determinará los sabores de tu receta.