Esta crema – muy reconfortante – combina hojas de espinaca, florets – que son capullos florales – de broccoli, semillas (arvejas y maravilla), además de la cremosidad y sabor del Cream Cheese Santa Rosa.
En una olla amplia, con tapa, derrite la mantequilla y agrega el ajo y las espinacas lavadas. Revuelve y tapa. Cocina a fuego suave hasta que las espinacas estén blandas pero no dejes que pierdan el color verde intenso (estarán listas en sólo un par de minutos ). Calienta las arvejas congeladas en la misma olla, con un poco de mantequilla y cuando estén al dente, reserva unas 2 cucharadas de las más bonitas, para decorar. Aliña con sal y pimienta. Retira del fuego y reserva fuera de la olla. En la misma olla añade el caldo y el broccoli. Deja hervir a fuego suave hasta que el broccoli esté al dente.
Deja entibiar y pasa todos los vegetales y el caldo por la juguera. Añade 4 cucharadas de Cream Cheese para untar Santa Rosa, y el Reggianito Santa Rosa que rallaste recién, y vuelve mezclar.
Calienta de nuevo la crema.
Sirve las 4 porciones y en cada una agrega una cucharada de Cream Cheese, formando una zona blanca, decorativa, al medio de la crema.
Espolvorea con las semillas y las arvejas, y sirve.
Acompaña de pan de baguette tostado, frotado con ajo y mantequilla.

Es importante que dejes entibiar lo que vayas a licuar en tu juguera. Si está caliente, juntará vapor y te puedes quemar. Cuando hayas licuado tu sopa o crema, caliéntala de nuevo justo antes de servir.