Lasaña con Malicia
Esta lasaña tiene una vuelta de sabor: está hecha con queso ahumado. Esto evoca los tiempos en que la lasaña se hacía en Italia en hornos de barro que olían a humo.
Enaceita una fuente que puedas llevar al horno. Arma tu lasaña por capas usando los ingredientes que describimos más abajo. Vierte primero una capa de salsa bechamel o salsa blanca. Sobre esta, coloca la pasta. Y rocíala con una capa de salsa de tomate con orégano fresco o seco. Luego, reparte queso mozzarella en láminas y un poco de queso ahumado, rallado, para ese sabor tan especial.
Vuelve a esparcir salsa bechamel o blanca. Si tu receta lleva carne, este es el momento de agregarla. Y, sobre esta, otra capa de salsa bechamel o blanca. Le sigue una capa de pasta de lasaña… y así hasta terminar con una capa de pasta de lasaña y otra de salsa blanca.
Finalmente cubre todo con una capa de queso Reggianito Santa Rosa rallado.
INGREDIENTES (para 6 personas)
- 1 paquete de lasaña pre-cocida.
- 500 cc de salsa o passata de tomate.
- 1 envase de pesto listo (120 g).
- 2 l de Salsa Bechamel o salsa blanca*.
- 200 g Mozzarella, Santa Rosa cortada en láminas finas.
- 100 g de Ahumado de Campo Santa Rosa, rallado grueso.
- 70 g de Reggianito Santa Rosa, rallado finamente.
- 1 cebolla picada finito y dorada en aceite, salpimentada.
- 1 k de carne molida preparada en vino tinto a fuego suave y aliñada con sal, pimienta y tomillo. O si te animas, 1 k de carne mechada, cocinada con un sofrito tradicional, a fuego muy lento, en vino tinto. En este caso la carne debe ir desmenuzada dentro de la lasaña.
- Sal, pimienta y orégano a gusto.
- Hojas frescas de albahaca para decorar.
DATO EXPERTO
* Para hacer salsa bechamel casera, que es una verdadera delicia, necesitarás:
1 parte de mantequilla, 1 parte de harina y 8 partes de leche caliente.
Además, nuez moscada rallada y sal a gusto.
La salsa se prepara derritiendo la mantequilla en una olla, mezclándola con la harina hasta que quede sin grumos y agregando poco a poco la leche caliente. La clave está en revolver muy enérgicamente, cada vez, la mezcla hasta que no queden grumos. Usa una espátula de borde plano, para raspar el fondo cada vez, y trabaja a fuego muy suave.
La leche debe estar caliente.
Raspa cada vez el fondo para que la salsa no se pegue. Los platos con bechamel son especialmente golosos.