Esta harina de maíz, la polenta, es rica en textura y sabor, ligeramente dulce. En esta receta combina y contrasta con la intensidad salada y mineral del queso Azul Grand´Blu .
Puedes acompañar con una omelette, con un guiso de champiñones o con vegetales braseados. O simplemente, puedes servir como plato de fondo con una buena ensalada.
Pon a hervir el agua con la sal. Agrega la polenta en forma de lluvia, poco a poco revolviendo enérgicamente (la polenta tiende a generar grumos). Sigue revolviendo constantemente. Si la polenta queda seca, agrega poco a poco agua hirviendo. Baja el fuego, agrega pimienta y mantequilla. Añade la mitad del queso azul, en pequeños pedazos.
Deja reposar, tapada y abrigada con un paño por unos minutos, para que el queso se funda.
Sirve desmenuzando el resto del queso azul sobre cada porción.

Los acompañamientos habituales son el arroz y las papas. Sin embargo hay tantos otros acompañamientos que aportan texturas y sabores interesantes. La polenta es uno de ellos.
Explóralos y habrás enriquecido considerablemente los sabores de tu vida.